Sobre la economía del pueblo argentino en los años 80 y la Guerra de las Malvinas:

Tras el fallecimiento de Diego Armando Maradona, muchas personas le han rendido homenaje recordando los dos goles que anotó en la victoria de Argentina frente a Inglaterra en la Copa Mundial de México´86. Según el pueblo argentino, el astro logró "vengar" a su pueblo por lo acontecido en 1982. Es por ello que hoy voy a escribir sobre el contexto político-económico (de crisis) de Argentina en ese momento y sobre la importancia de la victoria en la competición organizada por la FIFA. 

Pero antes de entrar en materia, es necesario recordar que Argentina se encontraba en mitad del Proceso de Reorganización Nacional y que el país estaba dirigido por la llamada Junta Militar, en ese entonces compuesta por el teniente general Galtieri, el almirante Anaya y el brigadier general Lami Dozo. No podemos olvidar que el país venía de padecer una de las dictaduras más sangrientas de la historia de América, la de Jorge Videla, y que durante su "presidencia" más de 30.000 personas desaparecieron sin dejar rastro, como así indican algunas de las organizaciones humanitarias.

Hay una pregunta que se repite continuamente cuando pensamos en las crisis de los países latinos, ¿cómo puede un país dotado de innumerables recursos para el desarrollo puede tener una situación tan preocupante? Para explicar el caso de Argentina hay que retroceder a los años 70. No debemos pensar que el desorden económico comenzó con el Golpe de Estado de 1976, era algo que ya venía de antes. El país de la Pampa nunca conseguía vivir dentro del marco constitucional, ya que desde 1930 los militares asumieron el poder político hasta en seis ocasiones. Es por ello que la economía funcionaba como un péndulo, se alternaban políticas económicas populistas con otras ortodoxas, cuando las primeras no funcionaban, lo cual generó la imposibilidad de crecer para Argentina. La continua inestabilidad política provocó que el PIB no creciera más del 5% anualmente y que la inflación promedio alcanzase el 25% anual.

Las medidas adoptadas posteriormente, basadas en la filosofía monetarista, tales como: la liberalización financiera, la revaluación del peso y la reducción de los salarios reales; provocaron la peor crisis de la historia del país. A continuación, algunos datos preocupantes extraídos de un artículo de "El País" de la época: "Hasta 1975, el producto por habitante crecía al 3% anual. En 1982 fue un 20% inferior al de 1975. La industria crecía al 7% anual. En 1982 produce menos que hace 15 años. Los salarios reales cayeron el 30% desde 1975. La inflación en el período 1976-1982 fue del 200% anual, contra el 25% entre 1945 y 1975. La deuda externa se multiplicó por cinco entre 1975 y 1982..." Como se puede apreciar, la situación era crítica.

Si a todo lo anterior le añadimos el objetivo de la Junta Militar de controlar las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, y el desgaste político del Partido Conservador de Margaret Thatcher, que necesitaba reafirmarse ante el pueblo británico, el resultado es la Guerra de las Malvinas. 


El 2 de abril de 1982, las tropas argentinas desembarcan en Port Stanley y lo rebautizan como Puerto Argentino, solo se contabiliza una baja (capitán Pedro Giacchino), acto al que los ingleses respondieron con dos buques de guerra, que zarparon de Portsmouth dirección Malvinas y tardaron 6 semanas en llegar.

Los soldados argentinos mostraron una gran falta de experiencia, ya que la mayoría eran jóvenes que cumplían con el servicio militar obligatorio. Tras 74 días de guerra, el conflicto finalizó con la derrota militar de los argentinos.

Lógicamente, la fuerza del ejército británico era mucho mayor que la del argentino y la victoria de los ingleses fue aplastante, 650 fueron los soldados argentinos que perdieron la vida frente a los 255 británicos. Lo curioso del asunto radica en las informaciones que llegaban al pueblo argentino, las cuales hacían pensar que el país rioplatense "iba ganando" la guerra. Es por ello que cuando se enteraron de la derrota quedaron desconcertados y muy tocados moralmente, las consecuencias de la guerra para Argentina fueron el empeoramiento de la crisis económica y financiera y, además, una enorme crisis diplomática que tardaría años en resolverse. Los horrores que los soldados de ambos bandos vivieron fueron tales que hasta 450 exsoldados argentinos y 300 británicos se han suicidado desde la finalización del conflicto.

El contexto político y económico tan duro de Argentina permite entender la importancia de la escuadra rioplatense en el Mundial de México. Probablemente, si se le pregunta a cualquier argentino (con uso de razón cuando se desarrolló dicho acontecimiento deportivo) acerca de la importancia de la victoria, responderá que fue motivo de unión para el pueblo argentino (del que siempre se dice que lo único en lo que están de acuerdo es en el desacuerdo) y que les permitió cerrar viejas heridas y olvidar por un momento la terrible situación del país gracias al "pelusa". Fue un 22 de junio de 1986 ante más de 100.000 espectadores cuando, en el Estadio Azteca, Diego Maradona hizo los dos goles más recordados de su carrera (en apenas 3 minutos), mezclando la picardía de ese niño criado en un potrero argentino con el talento innato que la vida le regaló.

Es este mi pequeño resumen de la historia ochentera de Argentina y mi homenaje para el gran futbolista que nos ha dejado, al que considero el último mito del fútbol previo a la era "moderna" de este deporte.

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